Exorcismo contra brujos, santeros y hechiceros

En una contundente medida para enfrentar las problemáticas sociales derivadas de las prácticas de brujería y santería en el Huila, el obispo de la Diócesis de Garzón, monseñor Miguel Fernando González Mariño, ha ordenado un exorcismo colectivo a todos los párrocos bajo su jurisdicción.
La decisión busca erradicar las influencias oscurantistas que, disfrazadas con símbolos y nombres católicos, están corrompiendo a la sociedad y utilizando la fe para estafas y engaños.
Estas prácticas no solo atentan contra la religión, sino que también tienen graves consecuencias sociales en la región, pues, se cree que el auge de la brujería y los hechizos ha estado vinculado a una escalada de violencia, incluyendo homicidios, venganzas y actos de sicariato.
Estos crímenes, muchas veces asociados a pactos de sangre y promesas de poder o protección, alimentan un ciclo de corrupción y descomposición social que degrada los valores esenciales de la sociedad.
La búsqueda de dinero fácil, promovida por estas actividades, también ha tenido un impacto devastador en jóvenes y adolescentes que caen en estas redes criminales, atraídos por la ilusoria promesa de riqueza rápida y sin esfuerzo. Sin embargo, esta senda los conduce inevitablemente al delito como forma de vida, truncando sus futuros y sumiendo a sus familias en la desolación.
Monseñor González Mariño ha subrayado que el exorcismo no es solo un acto simbólico, sino una declaración de guerra espiritual y social contra el mal que se ha infiltrado en la sociedad y hace un llamado a trabajar conjuntamente en la prevención y educación de los jóvenes, promoviendo valores y principios que fortalezcan el tejido social del Huila.
El impacto de estas prácticas diabólicas en la sociedad huilense destruye familias, promueven la corrupción y perpetúan un ciclo de violencia que amenaza con desmoronar los cimientos mismos de la comunidad. La acción de la Iglesia es un primer importante para la lucha contra este flagelo que hace más compleja la difícil situación social de la región.